A través de un método terapéutico busca reconectar al paciente con la fe en Dios sin exigencia de ningún tipo de religión y lograr encontrar su poder personal despojándolo de la rabia, culpa, odio, el autocastigo y el rencor, que son distintas formas en las que se manifiesta el miedo y el auto bloqueo que se contraponen a la verdadera naturaleza de nuestro espíritu, permitiéndonos emitir amor, esperanza y paz.