El Centro basa la Terapia Motivacional en cuatro principios básicos:

  1. Expresar empatía: Se debe aceptar incondicionalmente al paciente, ya que la aceptación facilita el cambio. La escucha reflexiva es fundamental para comprender la perspectiva, los sentimientos y los valores de cada paciente.
  2. Desarrollar las discrepancias: La motivación para el cambio aumenta cuando las personas perciben discrepancias entre su situación actual y sus metas y valores mas importantes. Es útil propiciar que el paciente se de cuenta de sus contradicciones, mostrándole la discrepancia entre la conducta actual (beber o consumir drogas) y sus metas o valores mas importantes (ejemplo: volver con su pareja, entrar a la universidad, mejorar las relaciones con su familia, etcétera). El paciente debe expresar los argumentos para el cambio.
  3. Rodar con la resistencia: Cuando los objetivos del terapeuta están alejados de los objetivos del paciente aparecen las resistencias. La resistencia debe ser interpretada como una señal de que no estamos entendiendo la perspectiva del paciente, y por tanto el terapeuta debe cambiar de estrategia hasta partir del punto donde está el paciente, utilizando la fuerza de la resistencia para avanzar.
  4. Apoyar la autoeficacia: Creer en la posibilidad de cambio es un elemento motivador, siendo importante que el paciente se haga responsable de realizar lo necesario para lograr el cambio. Se debe inyectar esperanza dentro del rango de alternativas disponibles e invitarlo a un trabajo conjunto, en donde se le hará saber que cuenta con el apoyo necesario para salir adelante y continuar con una vida de éxito tomando por sí mismo las riendas de su destino.